Blogia
hibiscus

Elena, Marlene y una canción

Desde mi adolescencia conozco un bolero en voz de Elena Burke, una cancionera de las de siempre, que se convirtió durante una época de mi vida en la canción que me cantaba mi amiga Marlene Temprano. Era la canción de las lágrimas, del pesar, del dolor... y dice así: Duele, mucho, sentirse tan solo./ Nada, nace en mi alma mas que este sufrir, que es vivir atado al fracaso, que es sentir inútil mis brazos. / Duele, mucho, duele, verte sin regresos, saber que llegó el fin de todo mis excesos, y que es por tu culpa que estoy, hoy, padeciendo mi suerte.../ Duele, mucho, ser como soy./ Duele, mucho... vivir. Con el paso del tiempo, en las épocas tristes, e incluso en las de mayor felicidad, evoco esta canción para sobrevivir a las posibles soledades y al dolor del amor, incluso la evoco para sentir que la felicidad que vivo me nace del pecho, de la tranquilidad, de las ansias, y que ese nacer me duele cada vez más porque cada vez amo más,porque al abrirse paso el amor en mi cuerpo deja maravillosas huellas de uñas y besos... ¡Ay como duele el sentir nacer la felicidad desde tan dentro!, tanto que este placentero dolor de quereres me hace el hombre más feliz. Es rara esta mezcla de sentimientos, estos recuerdos... y más que una referencia a mi vida, quisiera que estas líneas sean una muestra de cariño por esas dos mujeres que me han cantado la canción del más sublime dolor.

0 comentarios