Blogia
hibiscus

Como Dido abandonada

Movernos en nuestro propio cuerpo repleto de exoneraciones y querellas, de miedos y añoranzas, como Dido cabizbaja. Estar al tanto de una llamada de teléfono, de unas palabras que llegarán a través del viento. Reconocer el color del deseo en este enorme arcoiris, y sentirse Dido encontrada: encontrado entre su abrazo y su boca. No sé si mi corazón será capaz de soportar el aviso del interfono a su regreso, sin que se rompa el mundo a nuestro alrededor.

(Confesión más que necesaria y oportuna, no estoy ni triste, ni olvidado, ni temeroso, simplemente te extraño; además, Dido fue una luchadora incansable a pesar de lo cual no cambió su destino. No obstante, logró el amor, y esto aveces es suficiente)

0 comentarios